El encuentro que he tenido con Dios desde la primera vez, ha sido cada momento una aventura, pero con la certeza de que El siempre estara a mi lado. Confio, que así como el me ama, el acepta mi amor imperfecto, pero llengo de esfuerzos por continuar en el camino, que he decidio seguir, tan solo por que sé, que la recompensa que tendré al final de mi vida, será verlo cara a cara.
No hay mejor lugar que estar en su presencia.